viernes, 30 de octubre de 2009

El legado, de Blanca Miosi: Pura magia


El Legado -la hija de Hitler- no es lo que parece.


Yo tardé en darme cuenta.


Para ser exactos, creo que fue cuando me encontraba en el tercio final del libro. La prosa sencilla y precisa te conduce por la novela como un adulto pasearía a un niño por un museo de historia. El adulto señala al niño una escena y le explica su significado de forma clara. El niño asiente.



Estuve a punto de salir de ese museo convencido de lo que acababa de ver, pero tropecé y me di cuenta de que en realidad estaba ante una ilusión.



Entonces fui consciente de que Blanca Miosi me había hipnotizado con su lenguaje, con sus idas y venidas, cambios de lugar y personajes, y comprendí que un lector afín a ese tipo de literatura, al acabar el libro se habría quedado satisfecho con lo que había leído.



Pero, desde esta humilde reseña, les animo a no dejarse llevar. Les animo a bajarse del carrito de la visita guiada, les animo, en definitiva, a tener los sentidos alerta y a elevar el nivel de percepción. Carajo, les animo a complicarse la vida. Porque, ¿nunca han tenido la sensación de que algo no cuadraba, de que “había algo más”?

Bien, les contaré un secreto: el sitio exacto dónde tropecé.



Fue en la página 240. Allí encontré un pasadizo al que se accedía a través de una protuberancia disimulada entre la novena y undécima líneas. Si quieren accionarlo deberán presionar dichas líneas con los dedos índice y pulgar –separados- y leer en voz alta el encantamiento que los librará de la hipnosis:



¿Sabes de dónde provienen las fuerzas que manejan el mundo? De lo oculto, de lo no declarado, de lo reguardado en lo más profundo de las mentes.

Entonces, descubrirán que lo que estaban leyendo estaba escrito sobre papel calca. Lo auténtico está detrás, grabado en el subconsciente, está en “el sótano”. Y deben bajar a él, antorcha en mano, sintiendo lo que se esconde detrás de El legado: un mensaje transcendental y devastador, claustrofóbico. No hay otra forma: deben bajar con Hanussen a ese infierno subterráneo de San Gotardo, a ese castillo de Blad, para darse cuenta de que no se baja a un lugar físico.



Hanussen es la conciencia del ser humano que llevamos dentro, al que odiamos y somos capaces de amar. Posee la sabiduría descansando sobre su espalda, posee riquezas, y tiene sobre todo, poder. Es la clase de hombre que, a lo largo de la historia, ha brotado de las entrañas de una mujer para sorprender al mundo, como un fruto exótico resplandece en medio de un jardín gris. Quizá una manzana primigenia.



Por eso, estoy seguro de que, dentro de un tiempo, retomaré de nuevo esa novela y la leeré con los cinco sentidos y la guardia alta, para que Miosi, la prestidigitadora que hay al otro lado del Atlántico, no vuelva a jugármela. Aunque no las tengo todas conmigo. Empiezo a intuir que las páginas cambiarán, que los personajes no serán exactamente iguales a la primera vez que leí “El Legado”.



Para terminar, les lanzo dos apuntes que barrunto mirando de reojo la bella portada:
¿Puede la maldad estar incrustada en los genes? Y, ¿Puede alguien transmutar la rabia de cientos de miles de personas en un poder que lo haga el rey del mundo?
Sí, piensen en un tipo enclenque y vulgar subido en un estrado arengando a una masa enfervorecida y acertarán.




Sergio Gros


lunes, 19 de octubre de 2009

El legado, por Félix Jaime Cortés, escritor.


Ayer terminé de leer “El Legado”, de Blanca Miosi. Tengo que confesar una vez más que me encanta la forma de escribir de esta magnífica escritora residente en Venezuela.
Ya me ocurrió con “La búsqueda”, otra novela suya, unas memorias más bien, en la que se cuentan los avatares que sufrió su marido durante la Segunda Guerra mundial, años terribles en los que llegó a estar incluso cautivo en Auschwitz.
Si “La búsqueda” me cautivó por su componente humano, capaz de ponerte la carne de gallina en cada página, “El legado” me ha gustado, además, por el componente histórico que refleja, la época convulsa de auge del nazismo, desde sus inicios, prácticamente nada más terminar la Primera Guerra Mundial, hasta el trágico final de su fundador, Adolf Hitler, en el búnker de Berlín.
¿Es posible reflejar algún rasgo humano del dictador más terrible que ha tenido la humanidad? Todos sabemos de sobra quien fue Hitler. Tenemos clavada en la memoria su imagen, aparentemente calmada, durante la celebración de los juegos olímpicos de Berlín en 1936. En aquella ocasión resultaban incluso entrañables sus gestos de viejo refunfuñón ante la implacable superioridad del atleta de color Jesse Owens. Seguro que la mayoría de nosotros recuerda también esa imagen suya, tan repetida e incluso parodiada por Charles Chaplin en su monumental película “El gran dictador”, de un Hitler al borde del colapso, gritando y escupiendo consignas destructivas frente al micrófono, ante una muchedumbre de miles y miles de personas.
Le recordamos también sonriente, tendiendo la mano en Hendaya a Francisco Franco.
Son las imágenes clásicas de un individuo que paralizó el corazón a millones de personas en todo el mundo.Los que hemos sentido fascinación por el personaje y lo que supuso en la historia de Alemania y del mundo, podemos manejar algún otro dato, como las innumerables películas que se han hecho sobre su trayectoria (“El hundimiento”, las dos o tres versiones de “Valkiria”, la ya mencionada “El Gran Dictador”, “Los últimos días de Hitler”, “El búnker”, la imprescindible “ser o no ser”...), o algunos otros libros buenos, como “El huevo de la serpiente”, de César Vidal, o “Crónicas desde Berlín”, de Eugenio Xammar, una joya que explica desde su gestación la llegada al poder de Hitler, reflejando a la perfección la tristeza y decadencia en la que había quedado sumida la Gran Alemania tras la Primera Guerra Mundial.
Blanca Miosi consigue con “El legado” ir todavía más allá. Es capaz, con ese estilo claro y directo que la caracteriza, de mostrarnos otros aspectos del monstruo, su lado digamos “humano”, puesto así, entre comillas, porque de humano, precisamente, el amigo Adolf tenía más bien poco.A través de la historia de Hanussen, un personaje real que ayudó a Hitler en su escalada hacia lo más alto, Blanca construye una trama perfecta, fascinante y sumamente atrayente. Resulta casi imposible dejar la novela hasta acabarla por completo.
Confieso que mi opinión podría resultar ligeramente subjetiva, porque como ya he dicho, siempre me ha atraído esa parte de la historia de la humanidad, esa locura colectiva que empujó a millones de personas no sólo a seguir como borregos a un líder mesiánico, sino a morir por él, o a exterminar sin ningún escrúpulo a todo aquel que fuera judío. Jamás he conseguido explicarme cuáles pueden ser los mecanismos que pueden lograr que un individuo de esa clase se perpetúe en el poder, y Blanca nos brinda unas cuantas claves en ese sentido. Simbología, psicología, orden, uniformidad, voz potente y sin vacilaciones... Hanussen le muestra a Hitler uno a uno los mecanismos para convertir a las masas en simples comparsas de los deseos de su dictador.
Hanussen consigue fortuna y prestigio entre los poderosos que rodean a Hitler gracias a su poder de predicción y a su singular psicología. Del fruto de la relación secreta entre el dictador y Alice, la hija de Hanussen (uno de los aspectos humanos a los que me refería antes, sin dramatismos y sin excesos, pero sumamente atrayente), nace Sofía, la hija de Hitler a la que hace referencia el título de la novela.
Hanussen, que ha sido capaz de moldear el carácter y la personalidad de su discípulo, resulta sin embargo incapaz de controlar la maldición que le predijo en su momento Welldone, un misterioso personaje que le había enseñado los secretos del ocultismo.
Resulta enriquecedor alternar la historia del nazismo en toda su extensión, desde esa prevención de Hindenburg al otorgar plenos poderes a Hitler (me parece magistral esa media sonrisa del dictador ante el vetusto canciller alemán), hasta el trágico final en el búnker del Reichstag, con la trama concerniente a la descendencia de los dos hombres, Hanussen y Hitler.
No quiero adelantar nada, por supuesto, pero os puedo asegurar que, una vez inmersos en la historia que con tanto arte despliega Blanca ante nosotros, no podréis abandonar el libro.
¿Cómo cae en desgracia Hanussen ante Hitler? No resulta extraño, pues salvo los dos o tres privilegiados que le acompañarían hasta las mismas puertas de la muerte (Goebbels sobre todo), era muy normal que todos los colaboradores cayeran más tarde o más temprano en desgracia a los ojos del dictador. Hitler fue quemando etapas hasta el final, sin importarle ni un ápice dejar cadáveres en el camino, y el de Hanussen fue sin duda uno de ellos. El ocultista profetizó el incendio del Reichstag, que se produjo efectivamente, y aquello fue el detonante de su caída en picado ante los ojos del fuhrer.
Poco después, la historia real nos dice que Hanussen fue asesinado por las SS, y abandonado su cuerpo en un bosque de Alemania. Es ese punto en el que acaba la realidad, y comienza la fascinante leyenda que nos propone Blanca Miosi.Como la escritora profesional que es, Blanca maneja a la perfección los cambios de criterio que nos plantea en su novela. Al tiempo que describe con sobriedad y rigor histórico los avatares del nazismo, cambia el ritmo al contarnos las peripecias de Hanussen, Hitler, y la descendencia de ambos.
Frases cortas, directas a los sentidos, con un ritmo inmejorable, sin concesiones. Un estilo personal que crea en nuestra imaginación la correspondiente recreación cinematográfica. Esa es precisamente la grandeza de Blanca como escritora. Por un lado, su desbordante imaginación y rigor. Por otro lado, su capacidad de humanizar a personajes a priori inhumanos. Por otro lado, su facilidad para recrear hechos históricos vistos desde un punto de vista tan respetable como singular.
Por otro lado... Podría pasarme horas analizando los aspectos que más me atraen del estilo de Blanca. Sólo puedo deciros que me gustan sus novelas, y que esperaré con ansiedad su próximo lanzamiento.“El legado” está resultando un indudable éxito, tanto de crítica como de ventas. En esta ocasión sí que digo con toda la razón que esta entrada no es más que mi humilde opinión, ya que Blanca ha recogido en su página críticas y comentarios de escritores y lectores infinitamente más prestigiosos que yo.
Resulta una delicia escuchar su voz en las innumerables entrevistas de radio que ya le han hecho, o en el vídeo de presentación de la novela que podéis ver en youtube.
Por si os apetece profundizar un poco más en el mundo de “El legado”, os invito a visitar su página en el siguiente enlace:http://ellegadoporblancamiosi.blogspot.com/Os aseguro que no os defraudará. Y nos ayudará también sin duda, porqué no, a esperar el próximo lanzamiento de Blanca, que seguro que se convertirá también por méritos propios en un rotundo éxito.
Reseña publicada por Félix Jaime Cortés en su blog:
Algunos Libros Buenos
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martes, 6 de octubre de 2009

El legado, Comentario de Julia Siles Ortega, Escritora

Hola de nuevo, blogueros... Esta vez os traigo buenas noticias. Este año las librerías se han visto -yo lo he visto con mis propios ojos- inundadas de novedades "históricas". Y casi todo lo que he visto pinta muy bien. Pero, claro, hasta que no coges el libro en cuestión y empiezas a pasar hojas no vas viendo quién saber hacer novela histórica y quién se limita a intentarlo. Porque escribir, escribimos muchos, pero escribir bien sólo unos pocos. Y ahí llego al meollo del tema que me ocupa hoy. Una gran historia, un gran tema, un grandísimo (y malísimo al decir de muchos) personaje, y una gran narradora. La historia: El Legado; el tema: el nazismo, aunque, a decir verdad, hay muchos sub-temas de lo más interesantes. El personaje: Hitler. Y la narradora: Blanca Miosi, en estado de gracia.

Como a estas alturas, y como devoradora compulsiva de libros que soy desde hace más de 30 años, ya desespero de que alguien venga y me sorprenda, he aprendido a disfrutar con las pequeñas cosas, los pequeños detalles, las pequeñas delicias que puede ofrecer una novela. Y ésta me ofrece muchos detalles deliciosos.


Podría haberse quedado en otra novela más sobre el nazismo, el holocausto y la guerra. Pero Blanca va más allá y construye una historia exquisita, una memorable saga familiar donde cada personaje te hace estremecer con sus personalísimas vivencias. No se queda en Alemania, sino que explora otros lugares, otros tiempos más allá del fin de la guerra y el "supuesto" suicidio de Hitler.


Historias como la de Albert, Sophia, Oliver o Justine hacen que reflexionemos sobre el eterno tema del propósito del ser humano. ¿Para qué estamos aquí y qué queremos ser? Hay un elemento esotérico, o mágico, no sé muy bien definirlo, que envuelve toda la novela de la mano de Erik Hanussen, una reflexión sobre el poder y lo que somos capaces de sacrificar para conseguirlo. Hasta dónde somos capaces de llegar...


Una lectura de lo más recomendable; un trabajo delicado y a la vez sencillo, con un lenguaje claro y asequible a todos los públicos. Una de las mejores lecturas de este verano que ya se nos ha ido...
Este comentario fue publicado por mi buena amiga:


Julia Siles Ortega

En su blog:

http://juyjo.blogspot.com/