miércoles, 19 de agosto de 2009

El legado, un comentario de Maribel romero

Acabo de terminar tu novela "EL LEGADO. LA HIJA DE HITLER" y no he querido demorarme ni un minuto más para darte mi opinión. En primer lugar tengo que felicitarte ampliamente por el gran trabajo realizado. Después de leer tu obra me reitero en que eres una escritora muy elegante, esa elegancia viene a perfilar tu estilo, que ya lo tienes y bastante definido. Yo he sentido que dentro de esta novela en realidad hay dos novelas bien diferentes, en cuanto a tensión narrativa, intensidad, fuerza y atracción y la frontera que las separa viene a identificarse con la muerte de Hitler.

En la primera parte (o novela) la comunión entre realidad y ficción es perfecta, incluso peligrosa por su perfección, bien documentada y muy adictiva. Es todo un lujo.Una vez que se produce el nacimiento de Sofía y la muerte de Hitler el lector piensa que la historia ya está contada, puesto que lo más sobresaliente de la trama ya se ha producido, sin embargo te encuentras con que te quedan otras 200 páginas por delante y no te explicas cómo la autora (en este caso tú) se las va a arreglar para estirar una historia que consideras ya acabada. Y aquí viene la sorpresa, con esa segunda novela a la que me refería, cargada de intriga, de momentos misteriosos, de situaciones humanas, de tensión... en la que tú logras levantar de nuevo la historia, o incluso crear otra nueva (que para mí lo es) unida únicamente a la anterior por el nexo de la sangre.

Hay personajes en la Historia que no dejan indiferente a nadie, sean ángeles o demonios. Tú has logrado, incluso, sacar un lado humano a un canalla. A través de la relación con Alicia, has llegado a transmitir una personalidad de Hitler desconocida, capaz de amar y de sentir. Y es que en el fondo tratamos de justificar la barbarie, pensando que todo el que actúa con maldad o de manera desproporcionada, arrastra algún tipo de problema y no es el verdadero responsable de sus actos. Creo que todos queremos creer que detrás del más horrible asesino hay un ser humano. Puede ser un componente literario o meramente romántico pero es necesario y muy efectivo.

Para terminar te diré que la novela me parece muy bien resuelta. El último capítulo es muy acertado, triste pero contundente. Y sobre todo invita a reflexionar y esto es bueno, que una obra vaya más allá del mero entretenimiento o la transmisión de datos, que te haga calentarte la cabeza y cuando cierras el libro sigas pensando en lo que has leído. Ese poder irrevocable del dinero. El dinero es poder y el poder es dominio y no hay sentimientos humanos que superen a un bolsillo acaudalado. Qué triste. Siempre se ha dicho que el dinero cambia a la gente. Yo leí en una ocasión que no la cambia "la muestra", y quizás sea así. Oliver sólo necesitó tener poder para mostrarse.

En fin, que me ha gustado mucho.

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